
En el episodio de esta semana conversamos sobre un tema que todos vivimos en el trabajo remoto: las ceremonias.
Las dailys, los one:one, las Retros… y todo lo que pasa en medio de ellas.
Si quieres escucharlo completo, este blog te da un adelanto con los puntos más importantes.
Aunque muchas empresas promueven el trabajo asíncrono, la realidad es que no todo puede resolverse por mensajes o documentos.
Sobre todo cuando:
Una buena ceremonia no existe por cumplir; existe porque resuelve algo.
Uno de los grandes aprendizajes del episodio es que muchas reuniones fallan porque no hay claridad.
Cuando eso pasa, aparece el ruido: reuniones eternas, multitasking, cámaras apagadas y esa sensación clásica de “esto pudo ser un Slack”.
“Una reunión falla cuando nadie sabe qué se supone que debe pasar. Todo el mundo habla… pero nada avanza.”
Las ceremonias existen para alinear, desbloquear y avanzar, no para llenar el calendario.
Tres claves que se repiten en todas las ceremonias efectivas:
Alguien debe liderar, facilitar y proteger el foco de la reunión.
Esa persona:
Cada ceremonia debe responder a un para qué:
Sin objetivo, la ceremonia pierde sentido.
En remoto, un “lugar común” hace toda la diferencia:
Cuando todos ven lo mismo, participan mejor y se mantiene la atención.
No es un reporte.
Es un espacio rápido para responder: ¿vamos bien o vamos mal?
Para que funcione:
No es un status update.
Es un espacio para:
El owner es el reporte, pero el manager facilita.
Y siempre ayuda tener un documento compartido.
No es un desahogo colectivo.
Es un espacio para:
Una buena retro combina:
En el episodio hablamos también de algo que muchas veces se subestima:
los espacios que no son operativos, pero sostienen la cultura.
Guilds, hubs, canales de conversación informal…
Todos cumplen un rol que impacta directamente en la calidad de las ceremonias.
¿Por qué?
Porque un equipo que se conoce y confía:
Las ceremonias funcionan mejor cuando la cultura está viva fuera de ellas.
Uno de los momentos más potentes del episodio fue cuando hablamos del multitasking en reuniones.
Es normal…
pero también es una señal clara: esa reunión no está aportando valor o no está bien diseñada.
Para reducirlo:
La respuesta no es eliminar todas las reuniones, ni tener reuniones para todo.
El verdadero arte está en:
En equipo remoto, el equilibrio es la estrategia.
Una buena ceremonia no se mide por cuánto dura, sino por lo claro que deja el camino.
Cuando hay propósito, owner, estructura y cultura, las reuniones dejan de sentirse como un peso…
y se vuelven herramientas reales para avanzar.
Si quieres profundizar en todo esto, escuchar ejemplos reales y conocer los aprendizajes detrás del episodio,
te invitamos a escuchar:
👉 “Ceremonias remotas: el arte de reuniones claras, cortas y con propósito”

¡Compártelo con tu equipo y cuéntanos qué ceremonia quisieras mejorar!